Hace más de 1630 días de la desaparición de la pequeña Madeleine y aún no se ha dilucidado nada.Su nombre ya no menciona en los medios de comunicación.Poco a poco ha pasado al olvido para muchas personas empero no para sus progenitores que están seguros de que la pequeña sigue con vida en algún lugar y prueba de ello es la búsqueda que siguen por su cuenta mediante la ayuda de detectives privados.
Para recordar que aún es factible encontrar con vida a la pequeña , los padres han sacado a la luz un libro que cuenta todas las vicisitudes por las que han pasado desde el primer día de la desaparición de la pequeña.La frustración de unos padres por haber dejado solos a sus tres hijos aquella noche , la frustración ante la iniquidad con la que fueron tratados por los medios de comunicación y por las autoridades policíacas ...y por encima de todo la explicación del difícil denuedo que ha resultado volver a realizar una vida normal.
Nunca se vuelve realmente a la normalidad cuando nos encontramos ante desapariciones como estas.Resulta, en cierto modo, demasiado oneroso.
En nuestro país nos encontramos con casos verbigracia la desaparición de la joven sevillana , Marta del Castillo.Aún hoy en día no se ha logrado esclarecer quiénes han sido sus asesinos pues todos ellos menos el principal sospechoso, Miguel Carcaño, han salido impunes y ahora se dedícan a pasear por la calle como el más probo de los ciudadanos.
Hace un par de días dos menores desaparecieron en Córdoba estando al cargo de su padre.Nadie los ha vuelto a ver desde entonces.El principal culpable ha resultado ser el padre.
¿Qué acaece en susodicha sociedad que los más perjudicados acaban siendo los menores?Se nos esfumó el sentido común?¿Dónde queda nuestra capacidad para poder razonar de forma adecuada?¿Quién nos ha enseñado a ser inquinos con los más débiles ?
Comienza a ser algo execrable escuchar como día tras día desaparecen menores y más aún cuando, a la postre, se acaba esclareciendo que los culpables han sido sus más allegados.Sinceramente, he llegado a pensar que los McCann están libres de culpa. Nunca pensé que lo fueran , ni aun cuando encontraran pruebas en su coche que los implicaban en un posible asesinato.No los veo capaces.Son sólo unos padres desesperados que desean el regreso de su hija porque, ¿Cómo iban a ser ellos los culpables si se gastán todos sus recursos pecuniarios en detectives privados y en campañas para recuperar a su hija?Me sería ineluctable de comprender, como aquellas maravillosas novelas de Agatha Christie que siempre dejaban a servidora maravillada pues el culpable solía ser el que menos esperaba uno.No, prefiero pensar que no.Sólo son unos padres que mantienen la esperanza de encontrar sana y salva a su hija después de tanto sufrimiento.Y eso es lo último que se pierde.
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