Hoy salí temprano de casa . Cinco minutos antes de salir por la puerta , Sofía me dijo que tenía que dejarlo pasar , que no podía seguir sufriendo por alguien que no se entendía a sí mismo . Afirmé sus palabras con una sonrisa . Ella llevaba razón. Por eso la odiaba más que nunca . La dejé en la puerta no sin antes darle dos besos en ambas mejillas . Creo que a la muy idiota ni se le pasó por la cabeza que esta sería la última vez que me viera . Sin ni siquiera saberlo estaba destinada a ir a un entierro dos días después .
Mientras esperaba a que el semáforo cambiara de color de una vez, no podía evitar pensar que con el pasar del tiempo todo se va apagando , nuestros mejores recuerdos se vuelven translúcidos y las sonrisas acaban por deteriorarse. El tiempo desgarra las costuras de nuestra vida y esconde todo lo bueno que una vez nos acaeció hasta que tan sólo deja en nosotros las ganas de acabar de una vez por todas con todo. Ya está . Ya se ha puesto verde. Cruzo la calle pensando en los sentimientos que te atravesarán cuando te enteres de que estoy muerta . Posiblemente lo sepas mañana.
Maldito seas , me imagino que hace tiempo que has dejado de pensar en mi . ¿Sabes si sigo existiendo o si no ? Ahora las calles se llenan de gente , son las nueve de un día soleado y ayer alguien me contó que te había visto hará cosa de una semana . Estabas más envejecido, más deprimido ; eras menos tú que nunca . Pero al menos tú no sabes qué es estar muerto. Ya está , he llegado a mi destino. Un montón de idiotas esperando en una fila de indios para poder comprar un maldito billete de tren. Hacen todo los días lo mismo , como si fueran un rebaño de ovejas atontadas. . Mientras espero , imagino dónde será mejor arrojarme . Un minuto antes de estar esperando en esta maldita fila alguien rozó mi mano. No podías ser tú . Siempre estás demasiado lejos .
Los minutos van pasando hasta que llego al mostrador . Una chica joven con gafas me saluda alegremente y procede a la rutina de siempre . No sé si lo sabes , pero se llama Verónica , y lo sabe todo sobre ti. Me despido de ella unos segundos antes de lo habitual . La verdad es que siempre la odié. Estaba demasiado llena de esa cosa llamada vida. Diez minutos después me encuentro esperando el tren junto a un monton de hombres de negocios que sobresalen por su hipocresía. Quién les iba a decir a ellos que una hora después seguirían allí , viendo como todo se llena de personal sanitario. Y entonces llega el tren y con él una avalancha de personas que bajan de él con la mayor de las celeridades. Y allí está ella . Se llama Ada y hará cosa de cuatro meses casi la conozco gracias a tí, pero lo intuí y te puse una excusa muy grácil. Todos mis planes se acaban en ese instante. Es una chica de pelo castaño , debe andar por los 35 años , es bastante feucha pero está forrada de dinero. La conoces perfectamente . La quieres por lo que ella no es . Es normal . Demasiado normal. Pasa por mi lado sin sospechar siquiera que yo soy la zorra que meses antes casi le arruina todo su cuento de hadas . Ya está todo. Esa maldita impotencia otra vez . Pero supongo que he de darme prisa de una vez . ¿Para qué? Ahora será mejor dejarlo pasar . Mi amiga Sofía tenía razón y será mejor regresar a casa . Al salir vi una ambulancia y multitud de curiosos alrededor de lo que parecía una persona tendida en el suelo. Evité acercarme , la muerte me produce pavor . Sólo quería hablar con Sofía . Cogí el móvil y la llamé. Nadie respondía. Insistí . Me abrí paso entre la gente . Ahí estaba Sofía. Muerta . Tendida en el suelo mientras una multitud de curiosos se iban amontonando a su alrededor. Yo no lo sabía , pero un año antes le diagnosticaron un cáncer terminal . Dos días después iré a su funeral . Una semana después su hermana me contará que ella era tu amante .
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