viernes, 13 de marzo de 2015

tarde gris .

Siguen los días con sus horas y minutos , sigue el mundo siendo mundo y mi corazón no habita en otra cosa que en un palacio lleno de desesperación y hastío . Cinco minutos entre tus brazos , un día cálido de primavera , me bastaron para saber que eras todo lo que yo quería en este mundo . Sigue el universo con su calma agonía hacia algún lugar que no sé muy bien ,sigo yo sabiendo que mi única razón de ser eres tú , temiendo que , algún día , lleno de tristeza profana y carnal , te conviertas también en la razón de mi ya no ser . Tu voz no es otra cosa que el canto de unas sirenas habitantes de una mitología ya caída en el olvido , tus intenciones ilícitas cuchilladas a una inocencia ya perdida . Agoniza el mundo a mi alrededor en lacerante pena y mis días son muerte dulce en vida si al menos consigo volver a verte . ¡No es amor! ¡Sí lo es! Es el canto de la tristeza que se sabe en sus últimos días de vida , donde llora el poeta amargamente porque sabe que su amor nunca le corresponderá . No es el miedo , es el hastío ; las tardes se suceden con ese dulce olor a una muerte cada vez más cercana , donde el cielo se burla de la tierra porque ella nunca será tan pura como él . Es el miedo a no poder parar de quererte , como sólo se quiere una vez en la vida , aunque todo duela y tú ahora estés lejos y , a la vez , tan cerca de mi corazón . La noche daña el alma con el pasar lento de sus horas y la vida pierde todo su sentido ; ya no es dulce , ya no estoy en tus brazos , ya no tengo una razón de ser en esta tarde gris.

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