Confesiones de una chiflada.

Querido Pablo:
Primero fue el amor que sentí por él , eso que ellos solían llamar el primer amor , pero creo que siempre fuí algo tonta, porque de alguien como él no se podía esperar "amor". ¿Debo decirte que sí otra cosa?No sé si me atrevo a decirtelo a ti , pero sí , él me hablaba de otra cosa. Al principio nada de esto se podía dar por seguro, nuestros dos mundos eran tan opuestos como lo son el cielo y la Tierra , supongo que bien se podía llamar imposible. Pero , ¿qué sabe alguien que ha sido amiga de la soledad desde su infancia y que a los diecisiete años le da por enamorarse? Claro, la palabra "imposible" tenía mucho de "nunca llegará a ser" pero también algo de "sólo me conformo con mirar sus ojos". Y siempre hemos estado moviendonos en la misma línea desde entonces. A él nunca le he importado , ni lo más mínimo. Todos los que le conocen , digamos, todos ellos ,por no poner nombres concretos, hablan maravillas de él , pero yo sé que parte de eso no es cierto. Pablo, yo no puedo hablarte de la felicidad porque nunca la he tenido de manera completa , y cuando la he llegado a acariciar tan sólo durante unos momentos , me he dado cuenta de que me había enamorado de alguien que me veía como me ven todos ellos. Pero al mismo tiempo , él es el único que me entiende , porque sabe de mi lo que nadie más sabe , aunque bien pueda utilizarlo como le plazca. ¿Qué si puedo hablarte de amor?¡Dios!Cuántas veces le hablé a él y cuantas veces pensó que no era más que una niña , pero después se dio cuenta de que yo se lo decía muy en serio, por lo cual intentó hacerme entender que la vida no es lo que uno quiere sino lo que nos da ella , y que nosotros hemos de intentar hacer algo para hacerla lo más agradable posible. Algo así. Ya sé que lleva razón y sé que lo que yo digo no son más que tonterías, pero yo no le hablaba de lo que él cree. Porque sé que ya sería imposible. Creo que yo veía la misma posibilidad que él , pero no se la dije por vergüenza. Por miedo. Pero supongo que él nunca sabrá que , de todas formas, cada vez que me acerco a él me siento como una niña pequeña , tonta y bobalicona . Inocente , Pablo, bueno , eso siempre lo he sido y lo seré , supongo que soy de esa clase de personas que pasan por la vida como tontas ante los demás. ¿Sábes lo que me dijo aquel pelirrojo insoportable que creí mi amigo? Claro que lo sabes , creo que fuiste el primero al que se lo conté. Pero al final el que demostró hacer eso fue él. Pero dejemos a ese chico , creo que me ayudó de alguna manera a decirle a éste , del cual te hablo , que estoy perdidamente enamorada de él. Más bien me lo acabó diceindo él, que me acusó de no ser capaz de decirselo. Ya está , creo que no te puedo decir nada más , salvo que estoy triste y sin saber por qué. Pero eso al final da igual , porque siempre acaba por ser lo mismo , y ya, al final , deja de tener sentido todo. La vida , como me dijo aquel profesor de estética un tanto repetitivo y enigmático , es a veces mucho más surrealista de lo que son las novelas ficticias. Creo que se le olvidó decir que las novelas por muy ficticias que sean , muy al final se basan en la realidad.