La que podría ser la típica película romántica y dulzona hasta decir basta (no nos engañemos , que al mirar los anuncios en las paradas de autobús lo hemos pensado) es una de estas poquitas películas pseudorománticas que hacen una crítica no muy radical a los valores de la sociedad , no una crítica que nos saque los ojos hasta decir basta pero sí lo suficientemente relevante como para darnos cuenta de que estamos ante una sociedad cada vez más encerrada entre las cuatro paredes de la hipocresía y la falta de sensibilidad hacia el prójimo, ¿dónde quedó la empatía ? ¿Por qué se juzga tan fácilmente a las personas si tan sólo poseemos un mínimo retrato de ellas ? Estas son algunas preguntas que parecen hacerse a lo largo de la película. Interpretaciones varias , pero a mi me han parecido las más adecuadas. Ese error del pasado se convierte en una horrenda generalidad que persigue a las personas en su día a día desde el pasado hasta ahora. Unos personajes , Pat (Bradley Cooper ), el ex profesor aquejado de trastorno bipolar y que en el pasado encontró a su ex mujer en la ducha con otro y Tiffany , la jovencita chiflada hasta decir basta con un marido muerto y un pasado no muy ejemplar . ¿Qué comparten en común ? Podría decirse que una lista de medicamentos recetados por un psiquiatra que se aburría mucho pero yo diría que estas dos almas perdidas en el tiempo y en la vida nos dan una lección de humanidad y de empatía con el prójimo. ¿Una especie de visión crítica de la sociedad ? Claro que sí.
La historia comienza cuando Pat vuelve a casa de sus padres tras estar ocho meses recluido en un psiquiátrico por pegar al amante de su mujer - un excelente Robert De Niro en el papel de padre -a la que Pat desea recuperar pero ésta , digase pronto y mal , o ya no está interesada en él , o le tiene miedo o ha rehecho su vida. Pero la cosa se complica cuando el protagonista conoce a Tiffany (Jennifer Lawrence), una joven que no es que goce de muy buena fama en el barrio . El encuentro de dos chiflados o de dos almas solitarias. Véase como se prefiera. Y claro , no tardará en surgir una atracción . Esta película es la adaptación de "Un final Feliz" de Matthew Quick , y nada que ver con la película romántica y empalagosa que Hollywood pretende vendernos dos o tres veces al año sino que es una denuncia contra la intolerancia , la hipocresía y unas cuantas cosas más que abundan en nuestra sociedad de hoy en día. Y después , creo yo, que tampoco hay que dejar de lado el diálogo entre un padre y un hijo para recuperar el tiempo perdido o los problemas que puede presentar a veces una persona enferma . Una película que aunque un poco larga y que pasa lentamente a veces , os la recomiendo . A mi me la recomendó un amigo que me aseguró que no terminaba nada bien (ya sabéis , eso que dos personas que se aman acaban juntas y bla bla ) pero bueno , tampoco os voy a decir yo lo mal o bien que la película acaba, eso es más bien secundario en un filme que refleja algunos aspectos serios de nuestra actualidad .
Bendito sea Chaplin que una vez dijo eso de que la comedia era el asunto más serio del mundo , porque esta vez lo han clavado .
Y quien quiera que recuerde , siempre nos quedará el lado bueno de las cosas (pero maldita sea , como duele el amor no correspondido, le decía yo a mi amigo).
Os recomiendo la peli , creo que puede gustaros si aún no la habéis visto.
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