A don Antonio Machado.

En un solitario jardín de esmeraldas y zafiros,
lloran los tristes sauces ríos de sales,
pierden las rosas su belleza eterna ,
lloran las golondrinas su triste partida.

¡ Triste poeta! ¡Triste amigo!
¿Aún va soñando tu solitario corazón caminos,
y tierras tristes a las que cantar?
Mi triste amigo, lloran las amapolas tu aciago destino.

Llora un poeta decepcionado,
un alma en pena,
un soñador de caminos,
un amigo del tiempo y la muerte.

Machado, amigo, mientras haya vida,
la rueda del tiempo gira.
Y corren tus esperanzas hacia las horas ya muertas.
Y lloran los ríos tu suerte.

Soñador de caminos,
alma en pena ,
hombre bueno y gentil.

Pronto se llevó la muerte a la niña de tus ojos,
pronto jugo el destino sus cartas.

Mas, don Antonio, amigo ya ausente, escucheme.
Pronto resurgirá el canto de la esperanza de entre las cenizas,
pronto volverán a sonreir las rosas
y a cantar las golondrinas.

y todas ellas juntas susurraran el hermoso nombre de tu dulce niña ,
entonces tú, usted , tendrá suerte y yo seguiré llorando mil lágrimas.
Entonces usted escuchará:" Leonor" y yo al eterno silencio.
Hasta aquí nos vemos , querido amigo.
Hasta aquí, querido maestro de mi infancia.