domingo, 10 de junio de 2012

Última carta a Hemingway.

Mi muy estimado señor,

Nunca se olvidan los afectos , ni tan sólo un poquito , créame. Estos afectos pueden huir si les viene en gana , pueden intentar abandonarnos , a usted , a mí. Pero nunca se olvidan. Haga el favor de creerme . No es tan fácil desprenderse de lo que para nosotros suponen y significan. En ocasiones , no voy a decir que la mayoría de las veces , a pesar de que a mi me acaezca , éstos se modifican , se desplazan  hasta tal punto que para nosotros acaban siendo irreconocibles . Pues que bien. O no. Parece que les ocurre lo que a la energía , que ni es fácil crearla , ni es fácil destruirla ...sólo transformarla . Y dejemos ya de hablar de esto , que ni usted ni yo entendemos a dónde quiero yo ir a parar con ello. O mejor espere , deje que le siga contando. Resulta que la vida está llena de sorpresas y es un camino , no me atreveré a decir lineal , porque ¡qué mentira más grande! sino un camino con sus altibajos , sus momentos felices y sus momentos amargos , más amargos que un sorbo de café sin leche un día de domingo.  Pero a fin de cuentas , y pese a quien le pese , un camino que todos hemos de recorrer porque para algo estamos en este mundo. Y la vida , la suya , la mia , carecería de sentido sin sentimientos y emociones , sin afecto. Porque , a la postre , los sentimientos , afectos y emociones son lo que perviven . Es lo primero que sentiremos ¡sentiremos! cuando recordemos aquel capítulo de nuestra ya perdida juventud. Usted lo sabe , porque ha tenido que soportar durante años mis interminables explicaciones acerca de las despedidas . Esas despedidas. Esas despedidas llenas de emoción . Esas despedidas donde nos abandona para siempre alguien que sin saberlo nos ha marcado. Esas despedidas donde el que se marcha se intenta alejar de nosotros por nuestro bien , durante un tiempo, sin saber que así sólo aumentará nuestra desdicha porque lo que queremos es que nunca se marche de nuestras vidas pues , nos ha marcado y de una manera profunda. Esas despedidas en las que el que se despide (o mejor dicho a quien despedimos) ya ni tan sólo está presente en esta vida sino sólamente su físico bien adornado para la ocasión. Esas despedidas. Usted sabe , porque nunca me cansé de repetirselo, que tenemos palabras comunes y nos decimos muchas veces lo que queremos expresar . Y hoy quiero expresar una despedida . Llena de sentimientos , sé que usted lo sabe . No se preocupe porque de alguna que otra manera de quien ya se despide uno , éste formará de algún modo parte de nuestra vida . De quiénes somos . Y de alguna manera el recuerdo , el sentimento de malancolía , el aprecio querrá decir que muy en el fondo quisímos a esa persona .

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