lunes, 7 de mayo de 2012

Digamos.

Digamos que quiero decir no,
y que ese "no" a su vez implicará una gran mentira.
Y que esta, despacito , despacito, quisiera enmascarar lo evidente.
Digamos que no te lo digo.

Digamos que estoy entre quiero y lo futuro.
Entre siempre y nunca .
Entre te quiero pero te aborrezco.
Digamos.

Digamos que quiero cerrar por un instante los ojos,
y meterme de lleno en el sueño.
Que mi pesadilla es un sueño lleno de optimísmo.
Que de pronto todo se queda parado, inerte.

Digamos que invoco en la oscuridad a un Dios ya inexistente.
A una divinidad que ya no me asiste.
A una esperanza que ya desconozco.

Digamos que de pronto , en medio del sueño apareces tú,
digamos que quiero abrazarte , digamos que quiero quererte.


Digamos que no quiero que me despiertes .

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