Hay días en los que me despierto con una añoranza profunda y la nostalgia cosida a mi joven corazón.
De nada , me temo, me sirve ya justificarme a mí misma que hice lo correcto pues yo mejor que nadie sabré que no fue así. De nada sirven los arrepentimientos , de nada los lloros ; simplemente no hube de portarme de tal forma. La nostalgia antes mencionada, empaña mis pobres ojos de lágrimas de color azul mar. De lágrimas de arrepentimiento. No hay mucho más que contarte , mi muy estimado amigo ; simplemente echo de menos charlar contigo.
Es pensarte despacito y ruborizarme por la manera en la que vergonzosamente te mostré mis sentimientos , todos ellos quizás demasiado exacerbados. Tú así lo pensarás . Mas no seré yo aquella que te lo niegue.
Te cuento en cada palabra y en cada frase que de alguna que otra forma me averguenzo por el modo tan pueril en que poco a poco se fue introduciendo en mi inocencia aquellas ganas de estar contigo , de quererte como a un amigo.
Mi querido conocido, sin duda eres un sobreviviente de la generación de la indiferencia ; la indiferencia que tan cruelemente mostraste cada vez que yo ,como una niña, te pedía el mayor de los perdones.
¿Cuántas veces habré yo estado mal por tu indiferencia agria y perseverante ? ¿Cuántas tú?
Será tal vez el sentido común lo que te alejó de mí, será tal vez que yo te admiraba en exceso.
Pero sin duda debieras tú saber que si a alguien he admirado en esta vida era a todos aquellos a los que de vez en cuando mencionaba con el fin de que tú les dijeras que todo me va de maravilla.

Mi querido, ¿amigo?, ¿Por qué el mundo es una farsa? ¿Por qué ya no hay nadie que pueda ser considerado un verdadero amigo?
Querido , disculpeme usted , se lo ruego encarecidamente .Mas, ahora , si me disculpas , he de volver a mi realidad . Me alejé de ella tan sólo un instante solamente para decirte que te echo de menos .
No es nada malo, sólo es cariño.
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