La extraña ciudad de Don Juan.

Ayer , como cada jueves, volví a tomar aquel camino que poco a poco me va  acercando a mi otra realidad. Cuando llegué a aquella otra ciudad llena de enigmas , ésta , ya se disfrazaba de noche con sus luces y  sus sombras , con esa sonrisa maliciosa que te hace pensar que por muy perfecta que sea siempre esconde algo , siempre ocurre algo a subrepticias en ella. Ella es tan extraña que ni el frío ni el calor la afectan jamás. Al principio me gusta pasear por sus calles y perderme entre aquella gente que ya no mira con curiosidad pues ya lo tienen muy bien visto todo desde hace años . Ellos pierden su vista, la dejan abandonada en algún lugar pero al mismo tiempo abandonan su alma, la dejan en algún rincón apartado . ¿Para que la querrían ellos?
Es extraño pues allí , al igual que en el resto de las ciudades , el tiempo pasa , pero aquella extraña esencia pervive en el ambiente . Aquella extraña nube nunca deja respirar tranquilo al cielo que siempre posee un color rojizo , presagio de una posible guerra , tan extraña ella como la propia ciudad. Todo es extraño . Las casas, todas ellas son de un color grisáceo que , sin saber cómo , anuncian una posible muerte en cualquier momento  Las gentes , pálidas , escuálidas y con un hambre endémica detrás de sí pero , aún así ellas y sus extrañas vestimentas negras todavía conservan unas fuerzas increibles que contrastan con la aparente fragilidad que a simple vista poseen . La mirada lo dice todo. Terribles ojeras y unos ojos inyectados en sangre. La locura se apoderó de ellos hace mucho tiempo. De pronto el sendero se estrecha hasta que la maleza se apodera de él. Ya no se puede pasar desapercibido . Hoy se dieron cuenta . Yo era diferente a ellos. Yo estaba viva , ellos no. Comenzaron a perseguirme , a cortarme el paso. En aquellos momentos me pregunté dónde estaba el pasado . Dónde los instantes de placentera tranquilidad al otro lado de aquella extraña ciudad , dónde el Leteo para que al encontrarme con sus aguas se me olvidara que algún día se me ocurrió cruzar aquella línea ...dónde estaba el futuro ...no había ni pasado ni tampoco un futuro . Aquí sólo había un presente desnudo . Los minutos , años y el tiempo en aquella ciudad me engañaron . Creía que podía pasar desapercibida cada vez que pasara el tiempo allí. Me equivoqué otra vez. Nadie entre aquellas gentes mostró su preocupación al yo perderme entre las negras flores . Nadie dijo nada , nadie opinó. Pero de pronto todo pasó. Ya no había presagio de una posible catástrofe . Me encontraba en el mismo lugar de siempre . Preparada para , como cada jueves , pasar la línea que me llevaba a aquella extraña ciudad . La extraña ciudad de Don Juan. Aquella ciudad cuyos habitantes parecían de otro mundo . ¿Habría sido todo una anticipación? ¿Existió tal ciudad o tan sólo fue fruto de un sueño? ¿Dónde están los años? , ¿dónde los sueños ? ¿dónde el instante fugaz? El hoy pronto pasaría al ayer, y el ayer se perdería en el tiempo pero no con él mis lágrimas . Pero maldito sea él que tan fugaz pasó, llevandose  lo único que yo quería. Más allá del azar y del paso del tiempo siempre me quedará aquella ciudad donde perderse en la eternidad .